Para evitar las pérdidas millonarias que sufre el sistema de salud cada año (solo en los Estados Unidos más de $150 mil millones al año).
Cuando los pacientes no entienden instrucciones, y no se preparan adecuadamente, los hospitales se vuelven ineficientes. Son recurrentes los gastos innecesarios por cancelación de cirugías sin aviso previo, las consultas por emergencias, la readmisión de pacientes y las infecciones en el lugar de la herida quirúrgica.